Documenta Catholica Omnia
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam


Index Verborum:     ira


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Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos a un Religioso para Alcanzar la Perfecion

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos copiados por Magdalena del Espiritu Santo

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos por la Madre Maria de Jesus

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos procedentes de Antequera

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos recogidos por la edicion de Gerona

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico Espiritual A

§ 28.4

De manera que en conjurar los leones, pone rienda a los ímpetus y excesos de la ira; y en conjurar los ciervos, fortalece la concupiscencia en las cobardías y pusilanimidades que antes la encogían; y en conjurar los gamos saltadores, la satisface y apacigua los deseos y apetitos que antes andaban inquietos, saltando como gamos de uno en otro por satisfacer a la concupiscencia, la cual está ya satisfecha por las amenas liras, de cuya suavidad goza, y por el canto de sirenas, en cuyo deleite se apacienta.

§ 28.4

Y es de notar que no conjura el Esposo aquí a la ira y concupiscencia, porque estas potencias nunca en el alma faltan, sino a los molestos y desordenados actos de ellas, significados por los leones, ciervos, gamos saltadores, porque éstos en este estado es necesario que falten.

§ 28.11

Porque así como la ira es cierto ímpetu que sale del límite de la razón cuando obra viciosamente, así todas las afecciones y operaciones ya dichas exceden del límite de la paz y tranquilidad del alma si reinan en ella.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual B

§ 19.7

De manera que, en conjurar los leones, pone rienda a los ímpetus y excesos de la ira; y en conjurar los ciervos, fortalece la concupiscencia en las cobardías y pusilanimidades que antes la encogían; y en conjurar los gamos saltadores, la satisface y apacigua los deseos y apetitos que antes andaban inquietos, saltando como gamos de uno en otro, para satisfacer a la concupiscencia, la cual está ya satisfecha por las amenas liras, de cuya suavidad goza, y por el canto de sirenas, en cuyo deleite se apacienta.

§ 19.7

Y es de notar que no conjura el Esposo aquí a la ira y concupiscencia, porque estas potencias nunca en el alma faltan, sino a los molestos y desordenados actos de ellas significados por los leones, ciervos, gamos saltadores, porque éstos en este estado es necesario que falten.

§ 19.17

Y porque, así como la ira es cierto ímpetu que turba la paz, saliendo de los límites de ella, así todas las afecciones, etc., ya dichas, con sus movimientos, exceden el límite de la paz y tranquilidad del alma, desquietándola cuando la tocan.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual CA

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cautelas

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Dichos de luz y amor

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Epistolario

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Grados de Perfecciòn

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    La Subida del Monte Carmelo

§ 1.5.3

Por lo cual, aún teniendo ellos los bocados en las bocas, según dice también David (Sal. 77, 31): Ira Dei decendit super eos: descendió la ira de Dios sobre ellos, echando fuego del cielo y abrasando muchos millares de ellos; teniendo por cosa indigna que tuviesen ellos apetito de otro manjar dándoseles el manjar del cielo.

§ 1.5.3

Por lo cual, aún teniendo ellos los bocados en las bocas, según dice también David (Sal. 77, 31): Ira Dei decendit super eos: descendió la ira de Dios sobre ellos, echando fuego del cielo y abrasando muchos millares de ellos; teniendo por cosa indigna que tuviesen ellos apetito de otro manjar dándoseles el manjar del cielo.

§ 1.8.5

Y así, echando de ver David (Sal. 57, 10) la de éstos, y cuán impedidas tienen las almas de la claridad de la verdad, y cuánto Dios se enoja con ellos, habla con ellos diciendo: Priusquam intelligerent spinae vestrae rhamnum: sicut viventes, sic in ira absorbet eos, y es como si dijera: Antes que entendiesen vuestras espinas, esto es, vuestros apetitos, así como a los vivientes, de esta manera los absorberá en su ira Dios.

§ 1.8.5

Y así, echando de ver David (Sal. 57, 10) la de éstos, y cuán impedidas tienen las almas de la claridad de la verdad, y cuánto Dios se enoja con ellos, habla con ellos diciendo: Priusquam intelligerent spinae vestrae rhamnum: sicut viventes, sic in ira absorbet eos, y es como si dijera: Antes que entendiesen vuestras espinas, esto es, vuestros apetitos, así como a los vivientes, de esta manera los absorberá en su ira Dios.

§ 1.8.5

Y dice que los absorberá en ira, porque lo que se padece en la mortificación de los apetitos es castigo del estrago que en el alma han hecho.

§ 1.11.5

Porque el Eclesiástico (19, 1) nos lo enseñó bien, diciendo: El que desprecia las cosas pequeñas, poco a poco ira cayendo.

§ 2.21.6

También sabemos que, no porque respondió Dios a los hijos de Israel dándoles las carnes que pedían, se dejase de enojar mucho contra ellos, porque luego les envió fuego del cielo en castigo, según se lee en el Pentateuco (Núm. 11, 32­33) y lo cuenta David (Sal. 77, 30­31) diciendo: Adhuc escae eorum erant in ore ipsorum, et ira Dei descendit super eos; que quiere decir: Aún teniendo ellos los bocados en sus bocas, descendió la ira de Dios sobre ellos.

§ 2.21.6

También sabemos que, no porque respondió Dios a los hijos de Israel dándoles las carnes que pedían, se dejase de enojar mucho contra ellos, porque luego les envió fuego del cielo en castigo, según se lee en el Pentateuco (Núm. 11, 32­33) y lo cuenta David (Sal. 77, 30­31) diciendo: Adhuc escae eorum erant in ore ipsorum, et ira Dei descendit super eos; que quiere decir: Aún teniendo ellos los bocados en sus bocas, descendió la ira de Dios sobre ellos.

§ 3.4.1

Porque puede añadir formas, noticias y discursos, y por medio de ellos afectar el alma con soberbia, avaricia, ira, envidia, etc., y poner odio injusto, amor vano, y engañar de muchas maneras.

§ 3.18.5

Y de aquí es que, como también dice el mismo (7, 4), es mejor la ira que la risa; por tanto, mejor es ir a la casa del llanto que a la del convite, porque en aquélla se muestra el fin de todos los hombres, como también dice el Sabio (Ecli. 7, 3).

§ 3.25.5

Del gozo en el sabor de los manjares, derechamente nace gula y embriaguez, ira, discordia y falta de caridad con los prójimos y pobres, como tuvo con Lázaro aquel epulón que comía cada día espléndidamente (Lc. 16, 19).

§ 3.43.1

Dejemos ahora aquellas que en sí llevan envueltos algunos nombres extraordinarios o términos que no significan nada, y otras cosas no sacras, que gente necia y de alma ruda y sospechosa suele interponer en sus oraciones, que, por ser claramente malas y en que hay pecado y en muchas de ellas pacto oculto con el demonio, con las cuales provocan a Dios a ira y no a misericordia, las dejo aquí de tratar.

§ 3.44.5

Como dijo Judit (8, 11­12) a los de Betulia, que los reprehendió porque habían limitado a Dios el tiempo que esperaban de Dios misericordias, diciendo: ¿Vosotros ponéis a Dios tiempo de sus misericordias? No es, dice, esto para mover a Dios a clemencia, sino para despertar su ira.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva A

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva B

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Noche Oscura

§ 0

CAPÍTULO 5 De las imperfecciones en que caen los principiantes acerca del vicio de la ira.

§ 1.4.5

La causa es que, como estos naturales sean, como digo, deleznables y tiernos, con cualquier alteración se les remueven los humores y la sangre, y suceden de aquí estos movimientos; porque a éstos lo mismo les acaece cuando se encienden en ira o tienen algún alboroto o pena.

§ 1.5

De las imperfecciones en que caen los principiantes acerca del vicio de la ira.

§ 1.5.1

Por causa de la concupiscencia que tienen muchos principiantes en los gustos espirituales, les poseen muy de ordinario muchas imperfecciones del vicio de la ira; porque, cuando se les acaba el sabor y gusto en las cosas espirituales, naturalmente se hallan desabridos y, con aquel sinsabor que traen consigo, traen mala gracia en las cosas que tratan, y se aíran muy fácilmente por cualquier cosilla, y aun a veces no hay quien los sufra.

§ 1.5.2

También hay otros de estos espirituales que caen en otra manera de ira espiritual, y es que se aíran contra los vicios ajenos con cierto celo desasosegado, notando a otros; y a veces les dan ímpetus de reprenderles enojosamente, y aun hacen algunas veces, haciéndose ellos dueños de la virtud.

§ 1.13.7

Acerca de las imperfecciones de los otros tres vicios espirituales que allí dijimos que son ira, envidia y acidia, también en esta sequedad del apetito se purga el alma y adquiere las virtudes a ellas contrarias; porque, ablandada y humillada por estas sequedades y dificultades y otras tentaciones y trabajos en que a vueltas de esta noche Dios la ejercita, se hace mansa para con Dios y para consigo y también para con el prójimo; de manera que ya no se enoja con alteración sobre las faltas propias contra sí, ni sobre las ajenas contra el prójimo, ni acerca de Dios trae disgusto y querellas descomedidas porque no le hace presto bueno.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Otras del mismo a lo divino

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Que va por super flumina



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